Colonizar el planeta Marte tardaría muchos años

Surge una nueva idea entre los científicos espaciales, pues desean colonizar la superficie del planeta marciano a 56 millones de kilómetros de la Tierra.

El pensamiento surgió cuando hubo la posibilidad de que los geólogos robot pudieran arrojar información sobre la existencia de agua y la ausencia de vida.

“El objetivo es buscar en Marte si hay vida actual, o si hubo vida en el pasado. Esto va a revolucionar nuestros conocimientos de Biología”, comenta entusiasmado el doctor Rafael Navarro, colaborador de NASA.

Rafael Navarro es astrobiólogo y también trabaja para el mejor laboratorio del mundo en donde estudia la atmósfera de Marte, el Instituto de Investigaciones Nucleares (IIN) de la UNAM.

Desde su posición, la idea de poblar Marte es una ficción que podría convertirse en realidad en 1000 años.

Navarro afirma que sí se puede empezar una terraformación. Es decir, cambiar las condiciones del planeta Marte para que se parezca a la Tierra, pero ello implicaría casi milenio entero.

Este sería el proceso: Cambiar la temperatura superficial llevaría 100 años. Después liberar oxígeno en la atmósfera marciana usando bacterias que fotosinteticen y liberen oxígeno llevaría mil años.

A ello, se le aúna una complicación más. Los humanos estamos en contacto con el espacio sólo en laboratorios tan sofisticados como el del doctor Navarro.

“En ese proceso de llegar allá, se diseñan una serie de aparatos que no existen, de métodos que no existen y nuevas tecnologías”, explica el doctor Roberto Zenit, investigador de la UNAM.

De igual forma, los únicos tripulantes de las misiones de los últimos 15 años han sido destacados físicos, biólogos, ingenieros, médicos, que han experimentado con sus propios cuerpos.

Sin embargo, ello ha colaborado en importantes estudios. Los procesos de envejecimiento prematuro y pérdida acelerada de calcio, producto de la salida al espacio, han hecho destacadas aportaciones al estudio de la osteoporosis, las enfermedades cardiovasculares, el Alzheimer.

Hay por ejemplo, métodos visuales de apoyo que nacieron de tecnologías de telescopio.

En la realidad, sí serán pocos humanos que en este siglo sientan el frío de Marte, pero que importa si es el mismo que percibe en los alimentos congelados.

Si siente el calor y la sonrisa de quien logra una terapia física creada en una nave, entonces, ha visto el Universo.